«Se me subió la mostaza»
Al respecto de la frase que usó contra Víctor Granda, Nebot cuenta que cuando ellos dos eran diputados.
Se enfrentaron en el Congreso: «Yo era un hombre que venía de la empresa privada, que venía de ser gobernador con poder y con mano dura. No estoy acostumbrado a que me insulten. Granda me gritaba: hijo putativo de Febres Cordero, hijo puta-tivo. Tres semanas de hijo puta-tivo. Ya me tenía fastidiado.
«Me tocaba interpelar al ministro Jalil, que era ministro de Agricultura y se confabularon para que lo hiciera a las 24h00. Era una táctica política perversa. Por eso me levanté y me fui. Me dije: mañana me tendrán que llamar nuevamente, de día.
«Cuando yo estaba saliendo, oigo por los altavoces que Granda me insulta diciendo que era un cobarde, que a la hora de enfrentar a los hombres, el cobarde corre. Se me subió la mostaza y regresé, y ahí todos saben lo que pasó.
Y lo que pasó fue que regresó Nebot al Pleno hecho un brazo de mar, al grito de:
«esta pantomima se acabó, no me importa la Presidencia, ha llegado la hora de reaccionar como hombre». Entonces, cuenta Nebot, Granda se agachó diciendo: «no me pegues». No te voy a pegar, le dijo, entonces «ven para mearte, insecto hijueputa, no puedo pegarte, ven para mearte insecto hijueputa, maricón …Rata, ahora si te voy a pegar hijueputa, violador de criaturas, maricón… ahora somos hombres los dos, sal afuera, cobarde, mamarracho, enano hijueputa, sal a pelear conmigo, cobarde, carajo…». Y luego denunció, también a gritos, mientras la escolta legislativa lo rodeaba, que Granda había vendido al Partido Socialista, que se había reunido con César Verguga (ministro de Gobierno). Entonces apareció Enrique Ayala Mora en la trifulca y señalándo con el dedo a Nebot le gritó: «¡Cállate! No nos insultes, no te permito que insultes al Partido Socialista, cállate».
Y entonces ahí Nebot pronunció otra frase que se volvería célebre respecto a Ayala: «cuál socialismo, mamarracho, vestido de frac, con pipa y tabaco inglés, ¡cojudo!».
Claro que esta parte de los insultos de Nebot no consta en el libro, pero sí en una muy vista reproducción en Youtube.
En el libro, Nebot reconoce que políticamente le costó esa salida de casillas, pero saca sus conclusiones. «Primera, yo de defender mi honor no me arrepiento. Y cuando pedí disculpas al país, inmediatamente y después de una cuña para la campaña de 1992, fui muy claro: me disculpo por la forma, por el momento y por el sitio. Por defender mi honor no me disculpo».
Segunda conclusión: me costó, dice Nebot. Sobre todo en Quito me costó. Tercera: nunca más me faltaron al respeto. Cuarta: hoy en día, al menos en Guayaquil (la frase) es celebrada. Un poco en broma, he aportado a los diccionarios de insultos porque ese no estaba…
Nunca más se volvió a ver con Víctor Granda. Jaime Nebot y Enrique Ayala son muy amigos.
El libro Jaime Nebot, el camino a la prosperidad no solo está lleno de estas (ahora) sabrosas anécdotas, sino también de las reflexiones para un país mejor y cuál es la ideología y programa que Nebot propone hacer con el Ecuador, tal como lo hizo con Guayaquil.