_130182757_titan.png (800×504)

Una lamentable tragedia que deja muchas preguntas.

Las autoridades de Estados Unidos informaron este jueves sobre la posible implosión del Titán, la nave con cinco pasajeros que se dirigía a los restos del transatlántico Titanic, ubicado a unos 4.000 metros de profundidad en las aguas del Atlántico Norte.

La Guardia Costera estadounidense comunicó que se hallaron fragmentos que sugieren que el sumergible quedó aplastado por la presión oceánica de forma «catastrófica» y ofreció sus condolencias por la muerte de los tripulantes.

Ahora los expertos se aprestan a investigar lo que ocurrió y qué se debió haber hecho para evitarlo, a través del estudio de las piezas que encontraron en las aguas cercanas al histórico barco.

Las autoridades reunirán todos los fragmentos que puedan para construir una imagen completa de la secuencia de eventos que llevaron a la tragedia, según Ryan Ramsey, excapitán de submarinos de la Marina Real británica.

«Esto no va a ser diferente a un avión que se estrella. No hay una caja negra, por lo que no se podrán rastrear los últimos movimientos de la nave en sí, pero reunirán tantas partes como puedan y a partir de ellas deberían poder analizar la ruptura estructural, cualquier fractura que haya ocurrido y tal vez reconstruir lo que realmente sucedió en esos últimos momentos», dijo.

Los cinco fragmentos encontrados incluyen «la cubierta trasera del sumergible» y un cono de la parte delantera de la nave.

Fueron hallados a unos 500 metros de la proa del Titanic.

El contraalmirante John Mauger, de la Guardia Costera, dijo que es demasiado pronto para determinar cuál fue el momento de la implosión.

Sin embargo, horas después de haber encontrado los fragmentos, la Marina de EE.UU. dijo que detectó «una anomalía acústica consistente con una implosión» justo después de que el Titán perdiera contacto con la superficie.

El navío perdió toda comunicación con el exterior el domingo.

En él viajaban Stockton Rush, de 61 años y fundador de la empresa propietaria del sumergible, OceanGate Expeditions; el empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman, de 19; el multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años, y el explorador francés Paul-Henri Nargeolet, de 77.

La teoría de la implosión
La clave para la investigación serán los trozos de fibra de carbono con los que se fabricó parte de la embarcación.

La gran pregunta es si sufrió una falla estructural que produjera una ruptura en el casco que a su vez provocara la posible implosión.